HISTORIA DE LOS BOLIBAR

Historia de la familia Bolíbar 1700-2011

Los primeros datos que encontramos corresponden a Pau Bolibart a principios del siglo XVIII, concretamente en el "libro de cana" donde quedan registrados los propietarios de Calella el año 1736, el consta como propietario de un huerto y que residen en Calella. Posteriormente en el año 1759 aparece su hijo Jaume Bolibart con la misma propiedad. A partir de este momento encontramos referencias suyas en diversos documentos como el de "arrendaments" de la sal y referencias a propiedades y su situación de "matriculats" en Calella.

La llegada de Pau Bolibart és un misterio, no hemos encontrado ningún documento del siglo XVII donde salga referenciado algún Bolibart, aparecen Galup, Moreu y otros vinculados a la familia pero ninguno como Bolíbar o Bolibart.

Podemos suponer que un antepasado nuestro del pueblo de Bolíbar, Pais Vasco, que tuvo que emigrar a Occitánia el año 1000 por problemas de guerras. Lo que paso entre los años 1000 y 1700 lo desconocemos, todo es posible. La emigración de "gascones" al Maresme (comarca donde está Calella) están datadas desde el siglo XVI y con la finalización de la guerra de Sucesión (1714)se produjeron migraciones entre poblaciones próximas.
En Calella se ha comprobado la llegada de familias provinentes de Mataró , Barcelona y otros lugares de Catalunya.
También es posible que un capitán llamado Tomas Bolíbar llegase a Calella procediendo de Galicia, según la “Gran Enciclopedia Gallega” en su entrada de Bolivar, Simón, consta que el cuarto abuelo de Bolivar murió el 4 de febrero de 1640 en la parroquia de San Vicente de Elviña. Consta la visita de Juan Vicente Bolívar padre de Simón Bolívar a La Coruña el año 1775 para reivindicar su condición de propietario de tierras de aquella zona.
No podemos descartar que las relaciones marítimas y comerciales entre Catalunya y Galicia llevaran a un capitán o marinero … a establecerse en Calella  y que se llamara Bolivar  originario del País Vasco.
Dejemos volar la imaginación y hablemos de los que conocemos
La información que permite comprobar los vínculos entre los diferentes Bolíbars tiene su origen en la catedral de Girona concretamente en la documentación originada por las dispensas solicitadas para casarse. El archivo de Calella se destruyó.

Jaume Bolibart Clarich, hijo de Pau Bolibart se casó en 1753 con Susanna Sunyer Poller, nacida en Calella  en 1732.
Su hijo, Jaume Bolivart Sunyer, se casó con Teresa Prats, nacida en Blanes el año 1752. Tenia un hermano, Ignacio, nacido en Calella en 1759
Su hijo Jaume Bolbart Prats se casó con Maria Bonell de Calella el año 1809 y de este matrimonio nacieron cuatro hijos, Jaume, Joan, Miquel y Josefa. La familia que fue a Galícia es originaria de Jaume, de Joan sabemos que se casó en Sant Feliu de Guixols dos veces y hasta finales del siglo XIX mantuvieron el apellido Bolibart, posteriormente cambiado a Bolívar, uno de sus descendientes es un compositor de sardanas del siglo XX De Miquel sabemos que se casó en Calella el año 1841 con Joaquina Feliu i Grau y que hoy sus descendientes  con los de Josepa, que se casó el año 1838 con Francisco Batlle, son los que viven en Calella.
Josep Bolívar Feliu, hijo de Miquel Bolívar Bonell, era pescador de Calella, conocido como de “malànima” porque un dia de temporal salió a pescar y alguien, sin saber que era Josep el que había salido a a pescar, dijo que se tena que tener un mala alma para salir a pescar con aquel mar y le quedó el sobrenombre para la posterioridad. El último pescador profesional vinculado a la familia que vivió en Calella fue su hijo Benido, la familia siempre ha mantenido el contacto con el mar ya sea practicando la pesca con caña, la pesca submarina o el submarinismo. En Calella los Bolivar son conocidos como “Bolivar home de mar” pronunciando la silaba tónica la ultima.
Hablemos de Jaume, Santiago, nombre siempre vinculado a la familia. Nació el año 1812, se casó con Mª Teresa Galup, nacida el año 1817, el año 1840. Su primer hijo nació en Barcelona y le pusieron Jaume de nombre, los otros hijos nacen en Bueu. Ya hacia años que los pescadores catalanes iban a Galicia a pescar la sardina y hacer la "salaor" Los llamaban "os fomentadores". Se dispone de mucha información y del papel de estas familias en la transformación de Galicia, aportando tecnología, capital y nuevas maneras de trabajar que al principio generaron algunos problemas.

La lista de apellidos catalanes que fueron a Galicia es muy extensa, Massó, Barreras, Galup….. entre muchos otros que son muy cercanos a nuestras familias.

Dejemos para mas adelante profundizar sobre "os fomentadores" y hablemos de los hijos de Jaume Bolíbar Bonell, el primero nació el año 1841 en Barcelona, Tomas nació el año 1842 en Bueu como todos los demás, Teresa el año 1848, Adelaida 1851, Jeronimo 1852 y finalmente Julita 1854. Las referencias muestran la perdida de la t final y el apellido queda como Bolíbar.
Adelaida fue a vivir a las Filipinas.

Ahora centrémonos en Tomas y Jerónimo. Tomas se casó con Francisca Massó (1849) en el año 1874 y tuvieron siete hijos: Luis, Tomas, Santiago, Maria, Concha y Asunción.

Jerónimo se casó en Barcelona con Dolors Pinós (1858) en el año 1880 y tuvieron seis hijos: Santiago, Mª Teresa, José Mª, Antonio, Rafael y Manuel

Los nietos de Tomas y Jerónimo son la generación nacida antes de mediados del siglo XX y que enlazan directamente con nosotros.


Como llegaron a Bueu?
El viaje a Galicia parece ser que se hizo en “galera” carro que se utilizaba para grandes desplazamientos y también para llevar paquetes. Las guerras napoleónicas de finales del siglo XVIII dificultaron la navegación y se estableció una línea regular de transporte entre Calella y Santiago de Compostela. En el archivo  de Calella encontramos mucha información sobre las compañías que hacían el trayecto como por ejemplo la Compañía de Miquel Buch, Joan Casalins y Bonaventura Marcó 1756-1760 con sede en Ferrol: sorprende la enorme variedad de artículos que consta en el inventario (tejidos, variedad de cintas i hilos, ferretería, armas blancas..)
La misma compañía creó una tienda en Ferrol entre 1760-1763.
El relevo lo tomó la Compañía de Quirze Oliver en Galicia y de sus socios en la aventura comercial: Francesc y Joseph Alsina, Miquel Martorell, Joseph Comas, Joan Rafart. Se extendió por los años 1767-1777, antes de la liberalización del comercio con América.
Mas sorprendente es el contrato de transporte entre Joseph Cona (de Alsina, March y Cona) y Antoni Porta y Geli hecho en La Coruña el 21 de octubre de 1799 en el que se acordaba de llevar de forma regular mercancías de Betanzos  a Barcelona. Las mercancías eran azúcar, palo (tintes), algodón, cuero y grana. Porta se comprometía a entregar las cargas en buen estado y llevarlas en carromatos cubiertos, las galeras, en el mes de diciembre.

Viajes en galeras

Las galeras siguen circulando por nuestros caminos del siglo XIX, ya que constituían el principal medio de comunicación, al menos en los caminos secundarios, donde no circulaban las diligencias .
"La galera es un carro grande sin muelles, no es ni más ni menos que un enorme furgón, o mejor dicho, una pequeña casa colocada sobre cuatro ruedas, de una construcción tan sólida que parece tener desconfianza del tiempo. Solamente el bastidor era de madera; de los laterales colgaban esteras de esparto o paja y el fondo, en lugar de estar entablado, consistía en una red de cuerdas sobre la que se apilaba la carga. Los pasajeros eran acomodados como fardos hasta hallar la postura conveniente. Todo era tapado por una cubierta de hierro sujeta por aros de madera y cañas transversales, y las aberturas de atrás y delante eran cerradas a placer por medio de unas cortinas de esparto...". Hay galeras de todos los tamaños. La carga y partida de la galera cuando la alquila una familia que va de traslado, son únicas en España. El equipaje pesado se coloca primero y, encima de todo, las camas y los colchones, sobre los cuales la familia entera descansa en admirable confusión.

Existían galeras curiosísimas en que caben hasta dieciocho yacentes, sin necesidad de que nadie yazga por completo encima de otro; galeras tiradas por diez o doce mulas que no han trotado jamás ni sido esquiladas ni limpiadas; galeras dentro de cuyas bolsas, o colgando de sus varas por la parte exterior, van cajones, sartenes, calderos, catres de tijera, guitarras, baúles, arcas, cestos, trébedes, leña para guisar y hasta un par de cántaros de agua...; algunas de estas cosas en previsión de un atranque que impida llegar a los pueblecitos o ventas del camino y obligue a vivaquear

Las galeras adoptaron también el sistema acelerado, es decir, cambiar los tiros de las caballerías de trecho en trecho. Coexistieron, pues, en algunas líneas con las diligencias por su menor coste. .



“OS FOMENTADORS”


Este resumen está basado en los textos siguientes:

Los mercados de trabajo en las industrias marítimas de Galicia. Una perspectiva histórica, 1870-1936
Tesis doctoral de Luisa Muñoz Abeledo  2002 Universitat Autònoma de Barceloa
Los almacenes catalanes de salazón en Galicia: características y procesos productivos
Daniel M Bravo Cores
Pedralbes Revista d’Història Moderna núm. 11 Universitat de Barcelona 1991
Revista “O Candil” Colexio público de Bueu Xuño 1997  núm. 14



La llegada de catalanes a la costa gallega

Desde su llegada a partir de los años centrales del siglo XVIII, los catalanes protagonizaron una variada serie de actividades económicas: venta de jabones, licores y vinos procedentes del Principado, negocios de préstamo, subasta de abastos, arriendo de impuestos, factorías para la elaboración de curtidos y de papel, etc., y naturalmente la manufactura del salazón.
Como es natural, la construcción de los almacenes de salazón catalanes en el litoral de Galicia coincide con sus principales áreas de asentamiento, puesto que esta actividad, aunque no la única, fue la que atrajo su atención desde un principio y sin duda la más importante. En este sentido la multitud de almacenes que aún se conservan, y los vestigios de los que se han arruinado con el paso de los años, son fieles testigos de su importante presencia en las costas de las Rías Bajas.
Sin embargo, como señala L.Alonso, en las primeras épocas no se produce un verdadero asentamiento y apenas edifican factorías propias.La presencia catalana es temporera, coincidente con la ”costera” de la sardina en los meses de otoño/invierno, y una vez concluida retornaban a sus lugares de origen. Por tanto en estas primeras décadas se limitan a adquirir sardina en salazón, “sardina cochada”, manufacturada por los propios gallegos que desde siglos atrás poseían una gran experiencia en estos menesteres.
A finales del siglo XVIII y singularmente en los años 20 del siglo XIX, se efectúa el asentamiento masivo y definitivo de los catalanes, y será entonces cuando se edifiquen multitud de almacenes de salazón por todas las radas y ensenadas del litoral de las Rías Bajas, y se configura un tipo de edificación cuyas características se perpetuaran durante décadas.
Conviene tener en consideración, en primer lugar, la ubicación de estas factorías catalanas. La selección de los lugares no es aleatoria en absoluto. En un principio los fomentadores optan por lugares en los que previamente existía una infraestructura pesquera e industrial salazonera, puesto que el pescado en salazón había sido el más importante de los productos gallegos de exportación desde siglos atrás. Las zonas más adecuadas serán villas y puertos de gran tradición en este tipo de actividades, como Vigo, Bueu ,  etc.
Estas poblaciones se convertirían en los centros neurálgicos de la colonización catalana: allí surgen las colonias más importantes, se construyen barrios de nueva creación que ensanchan sus horizontes urbanos, y levantan un número tal de factorías  salazoneras que convierte a estos puertos en los principales núcleos industriales de la época.
Si tomamos como ejemplo el municipio de Bueu observamos que el crecimiento de la industria salazonera dará lugar al surgimiento de una nueva burguesía que gestionará la extracción y transformación de la sardina. Es interesante observar como los nombres de los fabricantes de salazón, residentes en Bueu desde principios del siglo XIX, coinciden plenamente con los de los pilotos   de los barcos de cabotaje dedicados al intercambio de pescado gallego por vinos y aguardiente del Mediterráneo.
La población de Bueu se triplica en un siglo y solo fue superado por el de Vigo en el último tercio del ochocientos, cuando se trasformó en la principal ciudad industrial de Galícia.
Si se analizan los nombres de los propietarios de fábricas de salazón  de Bueu entre 1837 y 1899 se repiten los nombres de Galup, Massó, Bolíbar, Agulla, Moreu, Gelpi, Tapias….
Las familias catalanas que llegaron a la costa gallega trajeron consigo la cultura y practicas del comercio catalán. Sus enlaces matrimoniales reforzaron sus vínculos y su expansión comercial, hasta la tercera generación no se empiezan a emparentar con familias gallegas.
Tampoco perdieron el contacto con  los parientes que se quedaron en Cataluña y son frecuentes los enlaces entre parientes de Galicia y Cataluña. La familia Bolíbar y Massó son un ejemplo  de esta práctica. También se encuentra documentación que acredita poderes otorgados a parientes para gestionar operaciones en Cataluña.
Los fomentadores catalanes, solían vivir en edificios contiguos a la fábrica de salazón, participaban activamente en la vida política, económica y social de las villas costeras gallegas. En Bueu, fueron alcaldes en diversas ocasiones los Galup (1843, 1877-1883),  Gelpi (1872-1873), Bolíbar (1883- 1887) Massó,(1890-91, 1939-1971), ....

Continuaremos con las explicaciones pero hace falta recoger anécdotas de todas las ramas e ir completando nuestra historia. Enviar vuestros comentarios al blog o a
bolibars@gmail.com y los publicaremos en los puntos especiales

Puntos especiales
No se puede hablar de los Bolibar, de Bueu, sin hablar de la codiciada Menduiña, la perla de la ría de Aldán, dentro de la ría de Pontevedra. Al ver tal entorno se entiende perfectamente que los Bolibar eligieran este lugar para llevar a cabo las tareas de la salazón que les habían conducido hasta Galicia. Allí construyeron una inmensa nave de granito, a lo largo de toda la playa, que permanece intacta a través del tiempo como fiel testigo del pasado.
También se entiende que Luís Bolibar Massó, hijo de Tomás Bolibar Galup (uno de los pioneros de los Bolibar en Galicia) y de Francisca Massó, eligiera este lugar para instalarse y seguir la marcha del negocio en vez de quedarse en el frío, ventoso y cercano Bueu donde residía el resto de su familia.
Menduíña es una soleada y retirada playa que atrae a  veraneantes locales y a turistas pero a la que, felizmente, sólo puede acceder un número determinado de personas por no disponer de mucho espacio para aparcar los coches. Eso y su privilegiada orientación la hacen única.

Los apuntes los ha redactado Natxo Almirall y  ha utilizado información facilitada por Sergi Pagès, Santi Bolíbar, Jesús Rodriguez, archivero de Calella, Joan Cambeiro, Concha Castroviejo y información extraída  de Internet.